65 años viviendo la educación como misión compartida
Comprometido con una educación promotora de libertad y de autonomía, el Montoya aspira a ser un “verdadero hogar cultural”, amplio y generoso, sostenido en el diálogo y en la seriedad científica; centro de estudio y encuentro, abierto a las grandes preocupaciones de la Iglesia, que son las preocupaciones del hombre contemporáneo; centro en el que sea posible vivenciar la dimensión ética y religiosa de la cultura, es así, que se mantiene en la actualidad fiel a los principios plasmados en su ideario institucional.
                Profundo interés pedagógico, responsabilidad, espíritu de lealtad, amor a la verdad, compromiso con la formación científica, respeto a la diversidad, esperanza, audacia y solidaridad dan forma al estilo pedagógico del ISARM, que se concreta en una pedagogía:
- Arraigada: en las realidades social, cultural, económica, política y religiosa, con perspectiva regional, nacional e internacional para brindar una contribución original y crítica al proceso de transformación y realización de nuestro mundo.
 - Creadora: en su capacidad de cultivar y acrecentar el espíritu de innovación, que libere y que ayude a crecer en plenitud a todo el hombre y a todos los hombres.
 - Comunitaria: especialmente por la responsabilidad social de nuestros actos. Ser una comunidad cultural y pedagógica de vida y trabajo, con la convicción de que el hombre no se realiza ni tiene una acción eficaz, en cuanto individuo, sino como ser en comunidad.
 - Evangelizadora: por el respeto fundamental que dedica al hombre porque es imagen y semejanza de Dios. La mirada cristiana sobre la educación y la transformación del mundo trae riquezas que permiten dar una dimensión más amplia a las experiencias de las comunidades nuevas y de nuevos proyectos de vida”.
 
Misión del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya
La misión del ISARM describe el propósito y su razón de ser, esta misión se define en tres acciones fundamentales
- Formar integralmente docentes y técnicos con compromiso social, a la luz de la fe, transmitiendo una síntesis de la sabiduría cristiana que asume críticamente la cultura, orientando el desarrollo de la persona humana.
 - Promover la construcción de una identidad docente y profesional basada en la autonomía, el vínculo con la cultura y la sociedad contemporánea, el trabajo en equipo y la referencia a los valores del Evangelio.
 - Participar de la acción evangelizadora de la iglesia, de acuerdo con su identidad católica.
 
Objetivos Institucionales que guían al ISARM
- Servir a la educación y a la cultura de la región.
 - Contribuir al desarrollo científico tecnológico de la provincia de Misiones y de la región.
 - Promover el desarrollo local, mediante la formación inicial y continua de los docentes a través de la capacitación y la investigación educativa.
 - Conformar una comunidad abierta al saber científico, construyendo diversas posibilidades de encuentro con el otro, como realización profunda y plena de la persona humana.
 - Formar docentes y técnicos comprometidos con una pedagogía arraigada, creadora, comunitaria y evangelizadora, que sean lectores críticos de la realidad sociocultural y económico-política provincial, nacional e internacional.
 - Reforzar el espíritu de compromiso y actitud hacia el cambio, en la comunidad y en la sociedad en las que se concreta la práctica profesional.
 - Fortalecer los procesos de formación y capacitación, enfatizando el vínculo docencia/investigación/reflexión para la mejora cualitativa del servicio educativo.
 - Promover el ecumenismo como ámbito de encuentro con otros credos.
 - Humanizar y personalizar al hombre según los valores cristianos, ponderando el respeto y cuidado de la vida y, propiciando la toma de conciencia del permanente diálogo entre Fe, Cultura y Ciencia.
 - Guiar en la toma de conciencia de la permanente dialéctica: Fe – Ciencia, que alcanza su síntesis en la misma persona y que suscita la instancia inspiradora de la creatividad necesaria para la tarea docente.
 - Desarrollar, en los alumnos, la vocación como transmisores serios de la ciencia y la misión apostólica como testigos y educadores de una vida cristiana auténtica, que los haga capaces de interpretar los signos de los tiempos.
 - Alentar en la comunidad educativa los procesos de formación permanente.