X ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
Te adoramos Cristo y te bendecimos, pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador.
Del Evangelio según San Marcos:
[Los soldados] lo crucificaron y se repartieron su ropa por sorteo, para ver qué se llevaba cada uno. Así se cumplió la Escritura: Se han repartido mi ropa entre ellos y sortearon mi túnica (Mc. 15, 24).
Meditación extraída y adaptada del libro Como quieras tú de Francisco Fernández Carvajal
Jesús ha quedado desprendido de todo en la cruz. «Es el expolio, el despojo, la pobreza más absoluta. Nada ha quedado al Señor, sino un madero.» Para llegar a Dios, Cristo es el camino; pero Cristo está en la Cruz, y para subir a la Cruz hay que tener el corazón libre, desasido de las cosas de la tierra». Señor, a Ti te dejaron sin nada; a tus discípulos a veces no nos falta casi nada… y nos quejamos. Si estamos cerca del Señor, desprendidos de todo, poco nos basta para andar por la vida con la alegría de los hijos de Dios. Si nos alejamos, nada es suficiente para llenar el corazón, siempre insatisfecho. Los bienes materiales buscados como fin son pobres sucedáneos de la felicidad a la que aspira lo más íntimo de nuestro ser. Muchos buscan la felicidad por esos caminos, y el resultado es siempre el mismo: una profunda tristeza, un gran vacío interior y, no pocas veces, un hondo desaliento.
Oración:
Señor, con esta escena queremos también nosotros despojarnos de todo aquello que nos aleja de Tu camino. Que podamos quitar de nuestras vidas esas ataduras y que busquemos el modo de crear una verdadera intimidad con Vos.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.