
VI ESTACIÓN
Una mujer enjuga el rostro de Jesús
Te adoramos Cristo y te bendecimos, pues por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí, pecador.
Del Evangelio según San Mateo:
«Entonces los justos le preguntarán [al Rey]: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, forastero o desnudo, enfermo o en la cárcel?». Y el Rey les responderá: «Les aseguro que siempre que ustedes lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron» (Mt. 25,37-40).
Meditación extraída y adaptada del Vía Crucis Misionero del P. Luis Zazano
Nuestro rostro refleja lo que llevamos en el corazón, y nuestra mirada es el reflejo de lo que vivimos por dentro. Por eso, es importante preguntarnos: ¿dónde está hoy nuestro corazón? La vida está llena de desafíos, pero en cada uno de ellos puede nacer una nueva esperanza.
Ser felices también es una elección, y Dios nos da la esperanza para buscar esa felicidad. A veces, esa esperanza llega a través de los demás: personas que, con un gesto, una palabra o simplemente su presencia, nos recuerdan que no estamos solos. Son nuestras Verónicas, las que alivian nuestras cargas y nos ayudan a ver con más claridad. Hoy, demos gracias por ellas.
Oración:
Señor, despertá en nosotros el deseo de buscarte siempre y la sensibilidad para descubrirte en quienes caminan a nuestro lado.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.